Los argentinos somos una mezcla de etnias de distintos continentes. El estudio del ADN puede brindar datos que se remontan a nuestro pasado más reciente o milenario. Pero, más allá de nuestros orígenes, en el ADN se aloja mucha información que ayuda a trazar un posible mapa de aquello que nos constituye.
¿Somos el semillero del fútbol? ¿Los reyes de la vida nocturna? ¿Los “remadores” de crisis en cualquier lugar del mundo? Un laboratorio especializado en genómica personal, que realiza mapeos genéticos, analiza algunos de los datos obtenidos a partir de las personas que se realizaron este estudio hasta el momento.
Entre las predisposiciones genéticas analizadas, el perfil de ADN de los argentinos en su ancestralidad, salud y bienestar, se incluye información como la resistencia física, características de envejecimiento cutáneo, tipos de respuesta al estrés, orígenes familiares y recorrido del ADN, así como otras características relacionadas con la nutrición, desarrollo de diversas enfermedades y otras condiciones de salud y bienestar. No se trata de un diagnóstico: son predisposiciones que interactúan con factores como el estilo de vida y el ambiente personal de cada uno.
La Argentina, ¿cuna de cracks?
Pensemos en, por ejemplo, los argentinos y el fútbol, ¿por qué hay tantas figuras destacadas en nuestra historia y actualidad? ¿Tiene que ver con algo que sucede únicamente acá? En relación al deporte, surgen datos como estos:
- Más de la mitad de los argentinos estudiados (N=1201) tiene una una mayor resistencia física como así también una mayor resistencia muscular. Esto puede verse reflejado en un buen desempeño en deportes que requieren un esfuerzo sostenido durante un período prolongado, como son maratón, carreras de larga distancia, triatlón, ciclismo, natación de larga distancia, remo, rugby, boxeo, artes marciales y, obviamente, fútbol.
- También se observan cualidades para otras actividades de resistencia, fuerza muscular y rendimiento atlético (más del 75% de los perfiles analizados), como levantamiento de pesas, remo, ciclismo, natación, esquí de fondo, entrenamiento de circuito, escalada, crossfit y basquetbol.
- El 78,8% de los argentinos analizados presentó una predisposición a tener una recuperación más rápida de la frecuencia cardíaca.
- Pero ¡atención! un 81.68% de los casos tiene predisposición a una menor densidad ósea, lo cual es útil de conocer para tomar medidas preventivas, sobre todo entre aquellos que practican deportes. En estos casos, se recomienda la ingesta de calcio y vitamina D, realizar ejercicios de resistencia y de carga, y hacer chequeos regulares de la densidad ósea para monitorear la salud de los huesos, siempre con acompañamiento médico.
Lo cierto es que no es posible decir que hay un gen específico que sea decisivo para el éxito en el fútbol u otros deportes. Para tener un buen rendimiento deportivo y conseguir lo mejor en cualquier deporte o actividad física, son imprescindibles algunos hábitos como entrenamiento, alimentación saludable, descanso-sueño, bienestar emocional y seguimiento por parte de un profesional cualificado. Sin embargo, la genética puede ayudar para lograr los mejores resultados, y por eso es útil conocerla.
Qué pasa con nuestro carácter: ¿somos resilientes?
El comportamiento humano está influenciado por factores ambientales pero también por la genética y por eso, cada persona responde de manera diferente frente a determinadas situaciones. Algunas personas, por ejemplo, se desempeñan mejor cuando necesitan actuar bajo presión, en entornos estresantes. Es una estrategia conocida como warrior – “guerrero”.
En cambio, otras personas funcionan mejor en entornos complejos que involucran tareas relacionadas con la memoria y la atención. Es la llamada estrategia worrier – “preocupado”-. En este caso, un 70.69% de los compatriotas analizados presenta un intermedio entre esas dos posibilidades.
Los reyes de la noche
En cuanto a la diversión, muchos turistas extranjeros suelen destacar la vida nocturna en nuestro país. ¿Hay algo de esto que esté en nuestro ADN? La respuesta podría sorprender a más de uno ya que, según los mapeos genéticos realizados en hombres y mujeres locales, hay un 43.58% que tiene predisposición a la preferencia por el horario nocturno.
Esto significa que, si bien la proporción del “equipo de las lechuzas” con hábitos más nocturnos es alta, en nuestro país, la rica vida nocturna también se nutre de muchos otros componentes, como nuestra cultura o vida social.
Los argentinos, ¿necesitamos skincare?
Pareciera ser que sí. Un 81.67% tiene una mayor predisposición para desarrollar acné y menos de la mitad, un 44.25%, tiene mayor capacidad antioxidante. Si bien es un porcentaje alto, hay una mayoría que no pertenece a este grupo y que podrá aprovechar este dato para comenzar a cuidarse de la exposición al sol y tener una dieta equilibrada, que sume más verduras y frutas ricas en betacaroteno y vitaminas C y E, como naranjas, zanahorias, espinacas y granada que ayudan a fortalecer las defensas antioxidantes del organismo. Por otro lado, sólo un 34.75% no tiene predisposición a desarrollar arrugas faciales.
Alerta especial para la población masculina: más de la mitad de la población que hizo el test (55.43%) tiene una mayor predisposición a desarrollar calvicie. La alopecia androgenética se considera la principal causa de pérdida de cabello y afecta principalmente a las personas de sexo masculino.
Los orígenes del ADN argentino
¿Tendrá algo que ver nuestro origen en todas estas particularidades? Esa pregunta requiere un análisis de las características de cada grupo de origen, que lleva a una consulta bibliográfica exhaustiva. Y no debemos olvidar el factor ambiental y las formas de vida individuales, entre otros factores. Sin embargo, conocer qué grupos hoy integran nuestros orígenes puede ser un punto de partida para seguir conociéndonos.
El estudio de ancestralidad, en una muestra de 1584 personas argentinas indica que un 74.16% tiene su origen en Europa, seguido por 12.59% de las Américas y un 7.09% proviene de poblaciones judías. El resto se reparte en Oriente Medio (4.49%), África (1.13%) y Asia (0.54%).
Es interesante mencionar que, en cada persona analizada, pueden convivir genes de varios de estos orígenes simultáneamente.
(*) Ricardo di Lazzaro Filho, médico especialista en genética (M.P. 168.524-SP) y cofundador de Genera.