Las publicidades para atraer a los potenciales clientes son tan importantes como el producto que se quiere vender, ya que se busca la originalidad y autenticidad. En esta oportunidad, Audi buscó rodar el anuncio de uno de sus autos de una manera muy particular: con un coche de juguete.
El increíble trabajo estuvo en manos de Félix Hernández, un fotógrafo mexicano que en su propio estudio montó una maqueta en miniatura para llegar al resultado final que impactó a todos.
Una de sus especialidades es trabajar con miniaturas y que en las imágenes finales parezcan piezas de tamaño real. Y eso es lo que sucede con este R8. Cabe destacar que para las mismas no utilizó Photoshop ni ninguna aplicación de edición, sino solo su imaginación.
La magia quedó demostrada en los escenarios, con estrategias de iluminación y distintos elementos que simulan efectos de la vida real, como el agua o el polvo. Las fotografías nos hacen creer que el vehículo se encuentra en plena acción, en espacios desiertos o nevados, cuando en realidad solo se trata de una maqueta diminuta.
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