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Carlos Mac Allister: de los líos en Boca a sus hijos futbolistas y qué pudo aplicar del deporte en la política

today22 de diciembre de 2024 2

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El Colo tuvo sus comienzos en los potreros de La Pampa, donde en la actualidad dirige un club con el que busca llegar a primera. Fue campeón en Boca, se enamoró de la gente de Racing y estuvo a punto de jugar un Mundial con la Selección argentina, pero no le guarda rencor al Coco Basile por la decisión de dejarlo fuera de la lista.

Carlos Javier Mac Allister mantiene de manera inalterable la pasión por el fútbol y no deja pasar ningún detalle para contarnos sus vivencias en una carrera que empezó en los potreros de La Pampa y que tuvo como punto máximo haberse puesto la camiseta de Boca y salir campeón.

“Yo de chico soñaba con jugar en Boca y esto se dio cuando en Argentinos me peleé con el DT José Yudica. Estuve entrenando un tiempo en Independiente, pero el técnico que había contratado el club no me quería. y como Pedro Marchetta que había llegado a Argentinos tampoco me tenía como prioridad, me allanaron el camino para que juegue en un Boca que se estaba reestructurando con Antonio Alegre y Carlos Heller. Era un plantel de hombres y tuve la fortuna de ser elegido por el maestro Oscar Tabarez. Se me dio todo muy rápido porque a los cinco meses de haber llegado logramos salir campeones en 1992, luego de 11 años. Recuerdo que nos poníamos 1-0 y era casi imposible que nos pudieran hacer un gol. Roberto Cabañas se ponía delante mío y me decía ´Coloradito, de acá no me muevo y vamos a darle patadas a todo lo que pase´. El día en que salimos campeones contra San Martín de Tucumán, cuando Ricardo Solbes nos hace el gol justo pasó por al lado mío y le grité ´¡estás loco!, los van a matar a ustedes y a nosotros’”.

Carlos Mac Allister compartió plantel con Diego Maradona en Boca (Foto: Instagram @colomacallister)
Carlos Mac Allister compartió plantel con Diego Maradona en Boca (Foto: Instagram @colomacallister)

El Colo le da mucho valor a todo su recorrido como jugador y cuenta al detalle lo imponente que fue para él haber jugado en Boca. “Un día fui a España ya retirado del fútbol y al mostrar mi pasaporte en Madrid el hombre que lo recibió me dice ´había un gran jugador del fútbol argentino con este apellido´. Eso es lo que significa Boca. Jugando con los veteranos de Boca nos tocó enfrentar a Barcelona y cuando fui a cabecear al área de ellos me empezó a marcar un muchacho al que le insinué que era muy chiquito, que me dejara libre porque era imposible que puediera cabecear. A lo que me dijo ´pero tu qué te crees, que aquí en España no miramos televisión´. Ahí tenés otro ejemplo de lo que significa jugar en Boca. Ese jugador sabía que yo era capaz de hacer goles de cabeza”.

A sus 56 años y abocado a disfrutar y acompañar a cada uno de sus hijos, el Colo Mac Allister nos regala una amorosa descripción de cada uno de ellos. “Kevin es como si estuviera jugando yo hace treinta años atrás. Es mi versión morocha. Se tira, te mete la plancha, lo cortan y sigue jugando. Tiene la virtud de hacer goles de cabeza a pesar de su estatura y tiene mucho corazón porque lo operaron dos veces de la rodilla y no se resignó. El año que viene creo que va a jugar en una liga europea mucho mejor. Francis es el cerebro de mis hijos. Es el que va a llevar la voz cantante de la familia y lo felicito porque está haciendo una linda carrera siendo muy difícil poder jugar diez años en primera división. En tanto Alexis tiene la virtud de pasar del overol al frac en cuarenta segundos. Jugó contra el Real Madrid y anotó un gol y metió dos asistencias. Pero a los tres días jugando contra Manchester City iban ganando 2-0 y pasó a ser el mejor volante defensivo de Liverpool. Sabe entender los momentos y eso que percibe no es normal: es un jugador superlativo. A pesar de que todos no podemos ser como Alexis, pero todos en lo nuestro sí podemos ser cada día mejor. Mis hijos tienen de mí la pasión que termina siendo lo más importante, porque todo lo demás viene después”.

Kevin, Francis y Alexis son los hijos futbolistas del Colo (Foto: Instagram @colomacallister)
Kevin, Francis y Alexis son los hijos futbolistas del Colo (Foto: Instagram @colomacallister)

¿Cómo fue tu infancia en La Pampa?

Mi infancia habría que dividirla en dos etapas y todo eso tuvo que ver con la muerte de mi papá cuando yo tenía ocho años. Él era un ingeniero agrónomo pergaminense que llegó a La Pampa como un joven golondrina. Tanto mi papá como muchos pibes le empezaron a dar vida a la provincia. Y yo jugaba a la pelota en los campos: si no, junto a mi hermano le rompíamos todas las plantas a mi mama cuando hacíamos un uno contra uno en mi casa. Tuve una infancia de aprendizaje que me permitió sacar la conclusión de que a los hijos no hay que darles todo. Un día mi mamá le dijo a mi papá ‘Llevate a Patricio o a Javier porque a los dos juntos no los aguanto’. Mi papá me dijo si quería ir a trabajar al campo con él, a lo que le respondí que sí pero le pregunté cuánto me iba a pagar por ese trabajo. A mi papá le pareció bien, porque un trabajador tiene que cobrar y cerramos en cincuenta mil pesos ley. Yo con esa plata me compraba treinta autitos para jugar con mis amigos en el cordón de la vereda, de esos a los que se le ponía masilla o una cucharita. Cuando terminó el mes mi papá me pagó y me dio un sobre que tenía solo treinta mil pesos. Cuando le comenté que faltaban veinte mil me respondió ‘Tu mamá te descontó esos veinte mil de casa y comida’. Sin saberlo a mis siete años entendí el valor de las cosas.

¿Sin tu papá pasaste a ser un “busca”?

El rebusque siempre lo tuve. Con mi papá en vida siempre le sacaba semillas y las vendía por mi cuenta o le cortaba las plantas a mi mama y se las ofrecía a los vecinos. A pesar de ponerse complicada la vida, me puse a hacer varias cosas y a mí nunca me faltó la comida. Mi vieja pasó de ser la esposa del subsecretario a ser empleada municipal y se puso la familia al hombro. Vendía billetes de lotería, hacía ‘pororo’ (pochoclo) y lo vendía o agarraba el pan duro, lo rallaba, lo embolsaba y luego lo vendía. También vendía huevos y le hacía las cuentas a una quiniela clandestina. Fui un buscavidas.

¿Y el contacto con el fútbol?

Debuté en la primera de General Belgrano a mis 14 años. Caminaba 13 cuadras de ida y otras 13 de vuelta para ir a entrenarme. Marta Gómez, mi profesora de francés, me decía “tenés que estudiar” y yo le respondía “para qué si voy a ser jugador de fútbol”. Pude quedar en River con 15 años pero en ese momento el club no estaba bien y me ofrecían media pensión. pero como el resto no me lo podía bancar regresé a La Pampa. Esa prueba la hice con los jugadores de primera que no habían ido a Mar del Plata en enero. Estaban Reinaldo “Mostaza” Merlo, Gabriel Puentedura, Enrique Nieto, Néstor Gorosito, Omar Píccoli y Néstor De Vicente. Recuerdo que se arrimó al alambrado un señor canoso y me dijo que seguro me iba a quedar. Ese hombre era Adolfo Pedernera.

Mac Allister también tuvo un paso por Ferro (Foto: DYN)
Mac Allister también tuvo un paso por Ferro (Foto: DYN)

¿Cómo aparece Argentinos en tu vida?

Como había jugado un regional donde por ejemplo estaba Blas Giunta en Cipolletti, me habían sondeado para probarme en Newell’s o Argentinos. En esos regionales jugaba Oscar “Pinino” Mas en Boca de Bariloche. Le vi hacer un golazo tras recibir un pelotazo del cuatro. El tipo arqueó el cuerpo y de primera la clavó en un ángulo. Yo estaba en el banco y nos paramos para aplaudirlo. En Argentinos me probaron quince minutos y me sacaron del partido. Me puse como loco porque había viajado toda la noche hasta La Plata, donde me inscribí en la facultad, después tomé el Río de la Plata y luego un taxi que me dejó lejos y tuve que caminar como veinte cuadras. Lo encaré a José Pekerman y le dije que quería seguir jugando. Y ese sabio me dijo “ya está, sos jugador de Argentinos. Quedate tranquilo que tendrás pensión, comida y un viático y antes de fin de año vas a jugar en primera”.

¿Llegaste al club ideal para jugar al fútbol?

Si, sin dudas. Si yo les tendría que recomendar algo a los pibes de la República Argentina es que vayan a Argentinos Juniors y que no vayan a los grandes que les compran diez jugadores por año. En Argentinos es simple porque si jugás bien, vas a llegar a primera. Fue ideal porque con José Pekerman nos queremos mucho. Me encargaba de coordinar la pensión y era el capitán de una reserva que tenía a Fernando Redondo, Silvio Rudman y Ezequiel Castillo. Yo en los regionales trabaja con tipos de 80 kilos y, a pesar de que ellos venían jugando desde la novena división, considero que la competencia es el factor más importante para mejorar en todo. Vos podes estar diez años pegándole a la pelota contra una pared y seguramente vas a mejorar, pero si no te pones a competir contra nadie seguramente no vas a crecer como jugador. Si yo me relaciono con personas mas inteligentes, mi nivel intelectual se va a ir elevando todos los días. El jugador argentino es competitivo porque tiene un fútbol organizado desde los cinco años. Ojo que eso en un momento fue muy malo porque perdíamos y queríamos imponernos peleándonos con el rival. Llegó Pekerman y dejó un gran legado más allá de los títulos que ganó. Argentinos tenía un reconocimiento hacia mi como el Brighton ahora lo tiene con Alexis.

¿En Boca hubieran sido campeones por diez años?

Eso lo dije y lo sostengo. Creo que dije paz interior pero la realidad es que Boca era un quilombo. Empezaron las diferencias porque el grupo no tenía un liderazgo claro y vivía corriendo riesgos. Nos pasó en Boca porque los liderazgos eran compartidos, nos pasó en la Selección argentina cuando se fue Maradona y ojalá que no le pase a esta Selección cuando se vaya Messi. Cuando no hay una jefatura clara, el divismo te empieza a separar, pero cuando hay un líder fuerte, por más que se sienta un divo, al grupo no lo va a afectar.

¿Fue difícil jugar en Racing?

Racing era un club con muchos problemas pero como la oferta económica era tan fuerte era imposible decirle que no: me compraron el cien por ciento del pase. En Racing llegué a llevar pelotas nuevas porque el club no las tenía para hacer fútbol. Le hemos pedido a un hincha la camiseta porque nos faltaba una para que el equipo tenga la indumentaria completa. pero lo de Racing es extraordinario porque está vivo por su gente. Y este presente ganando títulos se lo merece más que nada por su gente. Mi primer año en Racing fue muy difícil para mí por circunstancias personales de mi vida y pude levantar en el segundo, pero Daniel Lalín, que era el dirigente más importante del club, no me quería. El fútbol me sirvió para mis tareas en la política. Es como entrar al vestuario y decir por dentro: este tiene el ego alto, este es humilde, este solo piensa en el equipo, esté solo piensa en él, a este le da lo mismo si juega o si no juega, aquel es honesto y lo que siente lo dice delante de todos, este habla de atrás. Siempre les digo a mis hijos que se junten con los positivos porque los negativos te terminan enterrando. Hay personas muy humildes que te dan muchas enseñanzas y hay ricos que solo sirven para hacer plata. Para qué quiero mil millones de dólares si yo no sé qué carajo hacer con tanta plata.

En Racing, junto a Claudio Úbeda, Nacho González y el Coco Basile (Foto: AP)
En Racing, junto a Claudio Úbeda, Nacho González y el Coco Basile (Foto: AP)

¿Cómo analizás tu paso por la Selección?

Fue grandioso porque estaba Maradona y la gente decía que habíamos llegado para salvarlos. Otro jugador que se sumó fue José Chamot y me regaló una linda anécdota porque “Coco” Basile lo retó fiel a su estilo en una práctica. Chamot me mira y me dice “mirá este, vinimos para salvarlo y encima me caga a pedos”. Fue maravilloso formar parte de esos dos partidos contra Australia para clasificarnos al Mundial de Estados Unidos 1994. No estaba confiado, pero creo que merecí ir al Mundial y creo que “Coco” Basile debió haberme llevado. Nunca tendré un reproche hacia él porque tengo bien en claro que hizo lo que pensó. Basile no se vende por plata ni va a llevar a un jugador por conveniencia de un representante. Le deseé lo mejor cuando fuimos a jugar con Boca a Salta contra Gimnasia y Tiro. Basile estaba en un lugar donde tenía que tomar decisiones y eligió a los que él creía que eran los mejores. No creo que el mal partido que tuve contra River en la Bombonera me haya condenado. Después Basile me dirigió en Racing y yo tenía en claro de que no me tenía que dar ninguna explicación. Lo entendía cuando después la vida me llevó a tener que elegir diputados y concejales.

¿Cómo surgió Deportivo Mac Allister?

Con mi hermano Patricio entendíamos que era una gran posibilidad para los chicos de La Pampa y del sur estar más cerca del fútbol organizado. Deportivo Mac Allister fue creado en 1998, justo el año que nació Alexis. Afortunadamente no paramos de crecer y tenemos muchos chicos jugando en equipos de primera. Si seguimos por este camino, dentro de cinco o siete años estará jugando en primera contra Boca y River. Grabateló porque estamos armando la infraestructura para jugar en el fútbol grande. Lo loco es que lo proyectamos a treinta años y en la Argentina. Cuando compramos los terrenos les hacíamos hacer a los pibes la entrada en calor levantando las piedras y poniéndolas en los barriles, porque sino lo teníamos que hacer con mi hermano. Como el interior no tiene la sponsorización que hay en la ciudad, lo tuvimos que hacer a pulmón. Será la nueva generación de Mac Allister la que va a coronar lo que iniciamos nosotros. Esos locos que en una habitación chiquita con una mesa de luz entre las dos camas y con la luz apagada, escuchábamos con la radio tonomac de acero a todo lo que daba los relatos de Víctor Hugo y soñábamos con jugar en la cancha de Boca y ser parte de la historia. Lo pudimos lograr.

Escrito por E-GRUPOCLAN

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