Para 1979, el punk ya había tenido su hora de fama en el Reino Unido. Grupos como Sex Pistols, The Clash, The Damned o The Buzzcocks, entre otras, publicaron discos que marcaron a los jóvenes de la época con este cambio musical. Madness y The Specials, dos bandas inglesas que se destacaron con el sonido ska, publicaron sus discos debuts en el mismo día, el 19 de octubre de 1979. La influencia musical de Jamaica había pegado con fuerza.
Estos músicos se interesaron por los viejos discos del género y versionaron varias de esas canciones, pero con otro acento musical. Madness y The Specials, junto a The Selecter, The English Beat y Bad Manners, propusieron ese nuevo rumbo sonoro que dejaría una marca en otras bandas, incluso en la Argentina, dentro de una corriente conocida como la new wave.
El ska es un género musical originario de Jamaica que apareció a finales de la década del ‘50 y que tuvo su auge a mitad de los ‘60. Una música que deriva de la fusión de ritmos caribeños como el calipso junto a ritmos de los Estados Unidos, como el R&B, el jazz y el soul de aquellos años. Fue el precursor del rocksteady y más tarde del reggae.
El revival del ska de fines de los ‘70 en Inglaterra marcó un cambio fundamental y que fue más allá de lo musical. El epicentro de esta novedad fue Coventry, que se destacó por su importante industria automotriz. La ciudad inglesa sufrió la política económica de Margaret Thatcher que puso en juego a la industria inglesa. De pronto, dicha ciudad se volvió una ciudad fantasma (The Specials compuso una canción bajo ese título). Neville Staple fue uno de los cantantes de The Specials, junto a Terry Hall, que adoptaron el sonido ska y le sumaron una cuota interesante de punk. Una vuelta a la música negra de los ‘60, sin muchos arreglos, brindando mucha energía sobre el escenario. El grupo nació de la idea de Jerry Dammers que se interesó por este nuevo sonido dándole su propia identidad.
“La situación que vivíamos está reflejada en aquellas canciones. En la actualidad sigue siendo igual, con los mismos problemas. Parece curioso, pero nada cambió. Esas situaciones callejeras siguen vigentes”, contó el cantante hace unos años a La Viola. The Specials, como muchos otros jóvenes, adoptaron el look “Rude Boys” (chicos rudos) que venía de Jamaica: muchachos que trataban de vivir de lo que podían mientras buscaban llamar la atención metiéndose en problemas. Trajes, chombas Fred Perry, zapatos (Dr. Martens), sombreros, tiradores, todo puesto al servicio de una estética particular.
Formado en 1976, la banda tenía su propio sello discográfico llamado 2 Tone donde grabó sus primeras canciones y también la de otros artistas del estilo como The Selecter y el simple debut de Madness, “The Prince”. “Queríamos ayudar a otras bandas con nuestro estilo. La idea era que tengan la posibilidad de dar a conocer su música”, reconoció Staple.
El primer disco de The Specials fue todo un éxito. “Gangsters” fue el primer corte que marcó a muchos fanáticos del estilo. En poco tiempo, estas canciones se empezaron a escuchar en distintos puntos de Inglaterra y en Estados Unidos. “El primer álbum fue muy importante. Elvis Costello fue el productor y puedo decir que es una de las personas más maravillosas. Su trabajo fue importante. Yo lo viví como algo nuevo, era un muchacho que estaba mucho en la calle y entrar por primera vez a un estudio fue un gran cambio”, contó el cantante. “A Message To You Rudy”, “Monkey Man”, fueron otros de los tracks del trabajo.
Para 1981, luego de éxitos como “A Message to You, Rudy”, “Monkey Man”, “Too Much Too Young” y “Ghost Town”, Staple, Lynval Golding y Terry Hall decidieron dejar el proyecto y probar suerte con Fun Boy Three. “Estábamos creciendo y decidimos parar un poco. De esa forma nació el grupo”, recordó el músico. Por su parte, Jerry Dammers siguió con la banda cambiando su nombre por The Special AKA con otro panorama musical.
One Step Beyond, el primer grito de Madness que se escuchó en todo el mundo
Formados en 1976 en Camden Town, Londres, el grupo abrazó este sonido tan particular en sus primeros días, pero después se fusionó con el pop, blue beat, y la new wave. La particular voz de Suggs y el piano de Mike Barson le dieron un toque de distinción y locura al grupo.
Chris Foreman en la guitarra, Lee Thompson en vientos, Mark Bedford en el bajo, Daniel Woodgate en la batería, más Carl Smyth, más conocido como Chas Smash, que se dedicó a los coros, trompeta, y en especial a su curioso baile. También, fue el encargado de la apertura de su primer éxito que le dio nombre al disco: “One Step Beyond”.
“Cuando nos juntamos con las discográficas, pensaron que lo que estábamos haciendo era realmente extraño. Las cosas empezaron a cambiar cuando vimos a The Specials tocar en vivo. Eran como nosotros, pero con un turbocompresor. Todavía éramos diésel en ese momento”, recordó Suggs en una entrevista. “Hicimos The Prince para 2 Tone, sin pensar ni por un minuto que alguna vez haríamos otra canción después de eso. Luego llegó al número 16 y de repente las compañías discográficas estaban entusiasmadas con Madness”, completó.
Dave Robinson, encargado del sello Stiff Records, quería ver a la banda en acción antes de firmar un contrato. Pero justo se estaba por casar y no tenía un tiempo libre en su agenda. “Al final nos contrató para tocar en su boda. Todavía recuerdo las caras de sorpresa de los invitados. Cuando nos dimos cuenta de que estaba Elvis Costello en la fiesta, saltamos del escenario y lo sumamos al trencito”, describió el cantante.
One Step Beyond se grabó en tan solo 10 días. Sobre el tema que le dio nombre al disco, Suggs recordó: “Creo que fue idea mía hacer esta canción. Era uno de los viejos temas de Prince Buster que solíamos escuchar en la máquina de discos que estaba en el pub. A Chas Smash se le ocurrió agregarle la introducción”.
Sobre el origen de la curiosa tapa del debut, el cantante contó que estuvo influenciada por una foto que apareció en el disco del grupo Kilburn and the High Roads, antiguo proyecto de Ian Dury, donde aparecía haciendo el paso del pato. “Hicimos lo mismo para reírnos un poco y se convirtió en un icono”, completó. “The Prince”, “Bed & Breakfast Man, “My Girl”, Madness” y “One Step Beyond”, fueron algunos de los éxitos del debut de Madness.
La llegada del ska en la Argentina
A principios de los ‘80, algunas disquerías del centro de Buenos Aires tenían en sus bateas estos discos de Madness y The Specials. Varios jóvenes se interesaron por esta propuesta que llegaba del Reino Unido e intentaron sumarse. En aquellos primeros días de la mencionada década, se podía escuchar esta influencia en bandas como Sumo, Alphonso S’Entrega o Soda Stereo, entre otras. Luego llegaría una camada de grupos que tomaron al ska como bandera: Los Fabulosos Cadillcas y Los Intocables.
Soda Stereo y un cuadriculado en blanco y negro
El primer disco de la banda formada por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti estuvo marcado por grupos del movimiento new wave y los artistas dentro del ska. También, fue muy importante el estilo de The Police en aquel primer material del trío.
“Con esos discos empezamos a entender por dónde venía toda esta cosa de la new wave, de bandas tremendas, con el ska y se empezaron a perfilar todos los grupos que después terminaron en distintos géneros. Los Sex Pistols, que eran diferentes, marcaron un cambio claro de lo que era el concepto de hacer música para los jóvenes”, recordó Charly Alberti en una entrevista con La Viola.
El baterista agregó: “Con Soda mezclábamos todas esas influencias. Uno de los primeros íconos que tuvo nuestro público fue el cuadriculado que lo usaba en el bombo de la batería y una remera también en blanco y negro que tenía. Los fans venían con ese look. Eran los códigos que usaban Madness, The Specials y todas estas bandas”.
“Fue una etapa muy feliz. Teníamos influencias del reggae, era una época donde sonaba mucho Bob Marley. Había una combinación de géneros. The Police tiene muchas cosas del estilo jamaiquino, como por ejemplo la vuelta del ritmo de Stewart Copeland”, concluyó el músico.
“Quiero morir tocando ska”, Los Fabulosos Cadillacs
La historia de Los Fabulosos Cadillacs empezó a escribirse en el verano de 1984, en Mar del Plata. Flavio Cianciarulo y Luciano Jr. (El Tirri) frecuentaban una esquina de Alem y Avellaneda donde había una pileta de hotel abandonada y pintadas con aerosol, un polo copado por la subcultura skater-punk. Ahí conocieron a Walas (Massacre) y él les presentó a otro futuro miembro de la banda, Sergio Rotman.
La aventura siguió en Buenos Aires, cuando Flavio (bajo) armó un dúo con Aníbal “Vaino” Rigozzi en guitarra, ambos alumnos del Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE). El proyecto se fue ampliando y se incorporaron Carlos Kleppe en batería, Mario Siperman en teclados, quien era mayor que ellos y tocaba en Los Encargados, y Gabriel Fernández Capello (Vicentico) como cantante, que en ese entonces era el hermano de la novia de Flavio.
Tirri se uniría más tarde como percusionista, Sergio Rotman y Naco Goldfinger (amigo de Tirri) en saxos, y Fernando Ricciardi (compañero de Rotman en el grupo Día D) como baterista. Eran fanáticos del ska y se vestían con sacos y corbatas, escuchaban mucho Madness y The Specials, y ya cursaban la carrera de arquitectura en la facultad. Se hacían llamar Cadillacs ‘57. El debut fue el 19 de enero de 1985, en Vía Fellini de Mar del Plata y tuvo muy buena respuesta por parte del público.
En septiembre de 1985, los Cadillacs grabaron un demo en los estudios Del Jardín, que incluyó los temas “Silencio Hospital”, “Belcha”, “Vos sin sentimiento” y “Noches Árabes” (canción originalmente de Día D). Al año siguiente, tras firmar contrato con el sello Interdisc, entraron al estudio Moebio a registrar su primer disco, Bares y fondas, con producción de Daniel Melingo de Los Twist.
“Yo quiero morirme acá”, “Silencio Hospital” y “La manera correcta de gritar”. También estaban “Tus tontas trampas” (uno de los temas más viejos del grupo), “Galápagos”, “En mis venas” y “Basta de llamarme así” fueron algunos de los temas del álbum. “Los discos de Madness y de The Specials, para los Cadillacs y para mí son algo fundacional. Venía de tocar con Los Encargados escuchando new wave, The Clash, Blondie, Ultravox, algunas cosas más tecnos, y arrancamos a tocar como Los Cadillacs 57 donde estábamos más enfocados al rockabilly, a la música de los años ‘50 de los Estados Unidos y con los discos de Stray Cats. Mucho tuvieron que ver los videos de Madness que empezaron a circular en algunos VHS copiados y eran algo innovador, divertido y una imagen fresca que nosotros queríamos ser”, recordó Mario Siperman a La Viola, 45 años después.
“One Step Beyond es un disco que influenció mucho. El tema ‘Cadillacs’ pretende ser un instrumental del estilo de la canción. Hicimos “Your Wondering Now” de The Specials, que salió en el disco Arde Buenos Aires, que es una versión que teníamos desde hacía varios años. De Madness nunca hicimos un cover, sí en alguna prueba de sonido o cada tanto tocábamos un tema de ellos”.
El tecladista recordó que compró esos discos a principios de los ‘80, en una disquería del centro porteño, y que pudo ver a “The Specials Beat” (con integrantes de The Specials y The English Beat) en vivo, en Los Ángeles, cuando Los Fabulosos Cadillacs estaban grabando El León. “Tocaron como soporte de Steel Pulse. A Madness nunca los vi en vivo. Íbamos a compartir un festival en México, pero se suspendió por la pandemia”, concluyó Siperman.
Yo bailo ska, me escapo de la sociedad”, Los Intocables
“El ska a mediados de los ‘80 era un estilo más de los que llegaban de afuera, junto con el punk, el rocabilly, el new wave. Era complicado definirlo porque no había nadie que tocara esa música en la Argentina, no existía un referente directo. Tenías que ir a la casa de alguien que tuviera un disco traído de afuera para poder escuchar ska”, recordó Juan Velázquez, cantante de Los Intocables, en una entrevista con La Viola.
Y agregó sobre aquellos años: “Nosotros tratamos de adaptar ese ska inglés que escuchábamos en los discos de The Special y The Selecter a la realidad de Argentina. Ya veníamos tocándolo desde 1984 con Los Alcaloides”, agregó. “Lo que más nos llamó la atención -describió Juan- fue el tema de las letras. El ritmo y la estética nos parecían geniales, pero el poder de las canciones radicaba en lo que decían. El ska 2Tone surge en la clase obrera inglesa en los ‘70 promulgando un mensaje antirracista y de unidad. Nos resultó muy interesante ese extraño mix entre las letras con una crítica social tan fuerte y ritmos que podríamos describir como alegres. Nosotros partimos de esa base y le pusimos una impronta propia”.
La banda también se destacó por tener un bailarín y corista llamado Napo. Una parte importante para mantener el espíritu ska en cada show. “Mi hermano Leo me contó que había una banda más auténtica que los Cadillacs 57 (primer nombre de Los Fabulosos Cadillacs) que habíamos visto en el Teatro La Cova de San Isidro. Eran Los Intocables y los empecé a ir a ver por los lugares más inhóspitos”, describió Javier Morolla, verdadero nombre, que por aquellos días era tarjetero de New York City y organizaba fiestas para “quedarse con una moneda”.
“Nos llegaba muy poca información. No es como ahora que está todo en las redes. Algunos conocidos que viajaban mucho nos trajeron los VHS de Madness y el primer Dance Craze. Nos lookeabamos muy parecidos a los rude boys de Coventry. Luego tomamos una estética propia”.
Uno de los primeros éxitos de Los Intocables fue “Él se llama Don José”. “Es una canción que habla sobre mi viejo. Nació un poco como una broma y luego se transformó en un hit”, recordó Juan Velázquez. “Creo que la razón de su éxito es que el tema representa un quiebre generacional, algo que en ese momento estaba muy presente. Nosotros éramos distintos a la generación de nuestros padres, porque habíamos crecido bajo un nuevo paradigma social y económico”, completó.
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